El impacto detrás del calor: claves del ciclo térmico en procesos de soldadura

La soldadura no solo une metales. También los somete a un cambio térmico profundo que modifica su estructura, su química superficial y su comportamiento futuro.

Este proceso, conocido como ciclo térmico, involucra un rápido aumento de temperatura en la zona de la soldadura (más de 1.000 °C en segundos), seguido por un enfriamiento abrupto.

En el centro, el metal fundido. Alrededor, la ZAC (Zona Afectada por el Calor): una región crítica donde, aunque no se funde el material, sí se altera su microestructura. Cambian los granos, se generan tensiones, aparecen nuevas estructuras metalúrgicas. En aceros inoxidables, esto también implica una alteración de la capa pasiva, ese film invisible de óxido de cromo que los protege de la corrosión.

Ciclo termico

¿Qué consecuencias puede tener este ciclo?

  • Pérdida de resistencia a la corrosión localizada
  • Formación de zonas sensibilizadas o más vulnerables al ataque de la corrosión
  • Modificaciones en el comportamiento mecánico y estructural

Por eso, comprender el ciclo térmico no es solo cosa de metalúrgicos: es clave para la calidad de cualquier unión soldada. Y es también una invitación a pensar más allá del cordón: en lo que el calor deja atrás, y en cómo lo tratamos después.

El tratamiento post-soldadura

Luego del proceso de soldadura, el acero inoxidable pierde momentáneamente su capa pasiva protectora debido a la alta temperatura y la formación de óxidos superficiales. Para restaurar su resistencia a la corrosión, es fundamental realizar un tratamiento restaurativo que incluya un ciclo completo de decapado y pasivado.

Ciclo decapado negro

El decapado elimina los contaminantes y óxidos inestables, mientras que el pasivado permite la formación controlada de una nueva capa de óxido de cromo, uniforme y estable. Se recomienda además aplicar un neutralizante para detener la acción ácida residual y garantizar la seguridad del operario y la estabilidad del metal. Todo efluente generado durante el tratamiento debe ser gestionado correctamente mediante sistemas de neutralización o disposición monitoreada, para evitar daños al ambiente y cumplir con la normativa vigente. Un tratamiento químico bien ejecutado no solo protege el acero inoxidable, sino que también refleja el compromiso técnico y ambiental de quienes lo realizan.

En Trytech SRL trabajamos hace casi 30 años ayudando a profesionales de la industria a recuperar, proteger y entender mejor sus superficies post-soldadura. Porque una buena soldadura no termina cuando corta el arco, sino cuando el acero vuelve a ser inoxidable.

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